El hombre llegó,
Corriendo donde sus amigos
A contarles la gran noticia:
-¡Soy invisible!
Sus amigos, intrigados, le respondieron que no:
-Estas totalmente visible…
El hombre insistió, dijo haberlo comprobado
Hacia un momento atrás.
Sus compañeros de inmediato comprendieron
Y lo invitaron a sentar…
-No amigo, no eres invisible, es que ella no te quiso mirar-
Y mientras le asomaban su copa,
el hombre comenzó a llorar.